El protagonista de esta historia fue D. Luís Alonso, catalán afincado en Barcelona donde tenía un taller mecánico en el que fabricaba algunas piezas o componentes para la motocicleta HUSOR, motocicleta creada en Pamplona en los años 1952/1953, cuyo nombre provenía de la unión de dos apellidos de personas relevantes: HUarte y SORiano, perteneciente el primero a un empresario emprendedor navarro D. Félix Huarte y el otro, a un no menos emprendedor, creador e innovador, amante de la mecánica como lo fue D. Ricardo Soriano y Scholtz, marqués de Ivanrey, creador posteriormente, entre otros vehículos, de las famosas motocicletas R. Soriano. Dicha comercialización de las scooter HUSOR se realizaba entonces en Madrid.
El Sr. Alonso era un amante neto del mundo del automóvil y la velocidad. Había ganado varios premios en carreras de coches y fue D. Félix Huarte quien le propuso trasladarse a vivir a Pamplona. En su traslado, se vinieron con él parte del equipo del taller barcelonés y conjuntamente abordaron el proyecto, en Enero de 1954, de crear un nuevo diseño de motocicleta, aprovechando parte del diseño técnico de la HUSOR.
Comenzaron sus trabajos ese año de 1954, sacando al mercado su primera motocicleta scooter con el nombre y marca comercial de IRUÑA 202, (etimología de la palabra en vascuence del nombre de ciudad), fabricada en las Industrias Metálicas de Navarra, S.A. IMENASA, en cuyo perfeccionamiento participó también otro mecánico catalán, muy amigo del Sr. Alonso como fue D. Alfonso Vidosa, quien abandonó su trabajo en la fabricación de las motocicletas OSSA para ir a vivir a Pamplona y así, aportar ideas mejorando el motor de la scooter IRUÑA 202.
Scooter Iruña 202
Se llegaron a producir cerca de 1.000 unidades IRUÑA 202, fabricadas en el periodo de 1954 a 1957, presentándose al mercado a un precio que rondaba las 15.000 pesetas, hoy 90 Eur, siendo dos colores los que se ofrecían, rojo y granate en combinación y marrón semimetalizado. Su motor era de 121,05 cc. 3 velocidades, peso 90 Kg., y una velocidad máxima de 65/70 Km/h. Ahora bien, ante la brutal competencia que surgió en aquellos años, con la aparición en el mercado nacional de las competitivas marcas italianas Vespa, fabricada en Madrid y la Lambretta fabricada en Eibar (Guipúzcoa), no solo se decidió la paralización de su fabricación sino que las unidades que esperaban ser puestas a la venta fueron destruidas, y aquí acabó la historia.
Y aqui es cuando un Borino flipa en colores…
Pero D. Luis Alonso aún tuvo tiempo de terminar en Pamplona, en 1957, un proyecto original que tenía pensado, al que llamó BORINOT, que en catalán significa abejorro. Se trataba de un pequeño vehículo de tres ruedas, con volante, para 2 plazas y que aprovechando el motor de la Iruña 202, lograba alcanzar una velocidad de 80 Km./h. Solamente se hizo una unidad de este Borinot que fue regalada al Sr. Soriano y Scholtz, marqués de Ivanrey, para su colección particular.
Fuente :www.cesaroliver.com.es y www.autopasion18.com